jueves, 26 de diciembre de 2013

Crecimiento con más pobreza: Balance de 2013

Estimados compañeras y amigos, Este es el último artículo publicado en el blog correspondiente a 2013. Espero que todos los trabajos que aparecieron este año contribuyeron al análisis de los problemas que uestedes están realizando. Además, por que no decirlo, fueron de su agrado. A partir del 2 de enero de 2014 los invitamos a explorar el nuevo blog que se llama marcoagandasegui14.blogspot.com. Realizar un balance de 2013 es de rigor. La recesión del sistema capitalista iniciado en 2008 sigue vigente. No hay señales, por ahora, que se va a reponer. El sector social que más sufre con la falta de inversiones productivas y las altas tasas de desempleo son los trabajadores. En EEUU son 20 millones y en Europa son casi 50 millones de familias golpeadas. En contraste, China sigue encendiendo más motores y su economía crece a un paso controlado bajo un estricto sistema de planificación. El experimento de los herederos de Mao, sin embargo, aplica planes quinquenales para impulsar una economía capitalista que crece sobre las espaldas de los trabajadores y el despojo de los productores agrícolas. La percepción generalizada durante 2013 fue que EEUU enfrenta una crisis terminal de su hegemonía global. A su vez, el proyecto de una ‘nueva’ Europa, que se levantó sobre las cenizas dejadas por la segunda guerra mundial, parece enfrentar una calle sin salida. La correlación de fuerzas (geopolítica) a escala global cambió en 2013 con la ‘emergencia’ de nuevos polos de desarrollo capitalista e insurrecciones populares en los puntos más álgidos. Al interior de EEUU y Europa se están generando transformaciones sociales significativas. El Medio Oriente sigue siendo la región más volátil por su enorme riqueza energética que no logra ser dominada por su propio pueblo y es anhelada por todas las potencias. Las riquezas africanas atraen a los grandes especuladores mundiales y sus ejércitos, que pretenden reconquistar el continente ‘negro’ por encima de la resistencia popular. América latina disfruta de un ‘veranillo’, producto de la demanda china de materias primas en una escala jamás experimentada antes. China es el principal socio comercial de muchos países de la región. Mientras que China importa materias primas para transformarlas en productos industriales, generando millones de empleos nuevos todos los años (y creando ganancias capitalistas enormes), América latina invierte los ingresos provenientes de las exportaciones agro-mineras en aventuras especulativas (políticas neoliberales de despojo) o en políticas sociales de redistribución de riquezas. En 2013 se agudizó la línea de demarcación entre ambos proyectos: ‘Alianza del Pacífico’ y ALBA/Mercosur. En el caso de Panamá, durante 2013 el crecimiento económico - concentrado, especulativo y excluyente -alimentó la creciente tendencia de empobrecimiento de sectores sociales cada vez más grandes del país. Según la FAO hay 300 mil panameños que pasan hambre. Los ingresos provenientes de los servicios del Canal de Panamá, de los puertos y de los almacenes de redistribución de mercancías (Zona Libre de Colón) – sin excluir el lavado de dinero controlado por la banca foránea - fueron invertidos en proyectos especulativos de tipo inmobiliario, turismo, obras públicas e importaciones. Las subvenciones a las inversiones capitalistas las calculo en un monto cercano a los US$10 mil millones en 2013. (Las subvenciones anunciadas por el gobierno a los sectores empobrecidos suman US$500 millones). La política económica del gobierno no generó nuevos empleos, tampoco un desarrollo que incorporara a las distintas regiones del país al crecimiento, ni contempló la realización de ahorros para cuando el ‘boom’ pasajero actual se agote. En 2013 sólo crecieron los sectores especulativos. Los sectores productivos experimentaron bajas. Preocupante fue la disminución de tránsitos y carga por el Canal de Panamá. Así mismo, el decrecimiento de los movimientos de contenedores en los puertos de ambos extremos de la vía acuática. La ampliación del Canal de Panamá, proyecto emblemático de inicios del siglo XXI, se encontró con un obstáculo ya anunciado con anterioridad. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ‘apostó a ganador’ con un consorcio encabezado por una empresa española que probablemente quiebre a corto plazo. A fines de año el vicepresidente de EEUU, Joseph Biden, hizo una visita relámpago a Panamá para sentar las reglas del juego en torno al futuro del Canal. Las gestiones fueron realizadas en secreto y el país quedó sin brújula en lo que se refiere al futuro del proyecto de ampliación del Canal. En 2013 se hizo patente la quiebra del sector agrario. Mientras que la siembra de arroz, por ejemplo, bajo de 85 mil hectáreas a sólo 18 mil en 2013, a fines de año se hizo la subasta acordada con EEUU en el marco del tratado de libre comercio para importar más de 300 mil quintales de ese grano. A partir de 2013, Panamá compra en EEUU el arroz que antes producían los agricultores panameños. Más aún, la familia del presidente de la República, Ricardo Martinelli, dueño de una cadena de supermercados, fue favorecido con el 30 por ciento de lo subastado. Politicamente, la campaña electoral que se destapó a principios de año y culmina en mayo próximo, promete más de lo mismo. El partido oficialista – Cambio Democrático - y los de oposición, PRD y Panameñista, no han presentado programas pero sus candidatos conservadores avalan las políticas neoliberales cercanas a la Embajada de EEUU. Lo novedoso es la participación del nuevo partido de izquierda, el FAD, que celebró primarias para seleccionar su candidato presidencial. El candidato independiente progresista, Juan Jované, y otros dos aspirantes, también reunieron las firmas necesarias para oficializar su candidatura en enero. 26 de diciembre de 2013.

jueves, 19 de diciembre de 2013

El legado de la invasión del 20 de diciembre de 1989

Los panameños conmemoramos el 20 de diciembre, el vigésimo cuarto aniversario de la invasión militar norteamericana. Murieron, según algunos, centenares de niños, mujeres y hombres. Otros calculan que perdieron la vida miles de personas inocentes. La invasión de EEUU tuvo como principal objetivo, podemos decirlo ahora tras más de dos décadas, generar un cambio radical en el sistema político de gobierno. Efectivamente, se ha producido un cambio radical en la forma de dirigir el país. Las instituciones militares – ambas de factura de EEUU - que encabezaron los gobiernos durante 21 años (1968-1989) fueron reemplazadas por un sistema de partidos políticos. Los militares que gobernaron utilizando la Guardia Nacional entre 1968 y 1983, decían que querían instaurar un régimen democrático participativo (Asamblea de Representantes). Nunca lo lograron. En 1983 los militares le cambiaron el nombre a la antigua institución castrense y la bautizaron con el nombre de las Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP). Después de la invasión norteamericana en 1989, el nuevo sistema partidista proclamó como meta la democracia 'representativa'. Tampoco lo han logrado. El régimen militar de la Guardia Nacional cuyo jefe era Omar Torrijos le legó a quienes se apoderaron del sistema político a partir de 1989 el control económico de la ruta de tránsito, las valiosas tierras revertidas de la antigua Zona del Canal y la vía acuática que une a los dos océanos más grandes de la tierra. El crecimiento económico actual de Panamá es el resultado de la nueva relación de nuestro país con su posición geográfica. Somos desde 2000 dueños de la ruta de tránsito cotizada desde los tiempos coloniales y sobre el cual se construyó el Canal de Panamá hace 100 años (entre 1904-1914). Hay claros indicios que los grupos que gobiernan a Panamá desde 1990 no se prepararon para este cambio. Incluso, rechazaron toda posibilidad de planificar el desarrollo nacional. Hoy presenciamos un proceso mediante el cual se levantan grandes fortunas sobre la base de la apropiación cuestionable de las riquezas de todos los panameños. La gran mayoría del pueblo panameño recibe un 'goteo' que se derrama del gran contenedor que representa el crecimiento económico. (Cito al ministro de Economía y Finanzas, Guillermo Chapman). Hay que pensar en los próximos 24 años. Hay que cambiar el modelo de crecimiento económico actual y elaborar otro que tenga como estrategia el desarrollo integral. Es decir, poner todas nuestras riquezas al servicio del desarrollo cualitativo y cuantitativo de la población, especialmente de la juventud: Educación y salud igual para todos. Hay que desarrollar los 'polos' productivos aprovechando los recursos que genera nuestra posición geográfica privilegiada. También tenemos que pensar en una estrategia que nos permita alcanzar estas metas. EEUU nos ha enseñado que no se detendrá ante obstáculo alguno para someter a Panamá a sus intereses. Prueba de ello el despliegue militar desatado el 20 de diciembre de 1989. Según Olmedo Beluche, el Pentágono lanzó contra Panamá un total de “25 mil soldados. Además de las tropas normalmente acantonadas en las bases ubicadas en el área del Canal de Panamá, bajo las órdenes del Comando Sur, participaron en la invasión la 7ª división de infantería procedente de Fort Ord, California. Un batallón mecanizado de la 5ª división de infantería acantonada en Fort Polk, Louisiana. Una brigada de la 82ª división aerotransportada de Fort Bragg, Carolina del Norte. Además, movilizó dos batallones de los llamados Rangers”. Beluche agrega que “el sofisticado armamento utilizado en la invasión a Panamá incluyó los últimos adelantos tecnológicos alcanzados por EEUU en el arte de hacer la guerra”. Esta nueva generación de armas fue usada después, masivamente, en las guerras del presidente Bush en el Medio Oriente: Bombarderos Stealth F-117, bombas de 2,000 libras, misiles Hell Five, helicópteros Blackhawk, Apache AH-64 y Cobra, aviones de asalto A-37, cañones de fuego rápido de 30 mm., vehículos HMMWV (Hummer) con ametralladoras de alto calibre y fusiles M-16 con mirilla infrarroja. La desproporción de fuerza utilizada le mereció a EEUU la condena unánime de todas las organizaciones de derechos humanos. Organismos internacionales como las Naciones Unidas e, incluso, la OEA aprobaron resoluciones denunciando los bombardeos indiscriminados contra la ciudad de Panamá y otros lugares del país. En un artículo reciente, Daniel Delgado D., quien era el teniente coronel encargado de la plaza de Tinajas, en San Miguelito, recuerda que “las unidades de combate de las FDP estaban constituidas por alrededor de 3,000 hombres”. Los políticos y los militares panameños deben recordar que EEUU maneja su política en función exclusiva de sus intereses. Si tuviera que sacrificar a ambos a corto plazo, está en condiciones de hacerlo desplegando nuevamente su poderío. Washington dispensa favores a los políticos locales y distribuye enormes recursos en financiar armamentos y adiestrar personal militar. El 20 de diciembre nos ha dejado un legado que no podemos soslayar: Tenemos que conocer mejor nuestra realidad y trabajar sin descanso para transformarla. Sólo nos cabe construir un país capaz de tener una política independiente y fuerzas armadas nacionales. Es la única garantía de un futuro próspero para todos los panameños. 19 de diciembre de 2013.

jueves, 12 de diciembre de 2013

En defensa del 9 de enero

El Movimiento Ciudadano por el Fortalecimiento de la Identidad Panameña, que preside Ana Elena Porras, ha denunciado “la mala fe del Presidente de la República con respecto a la conmemoración de los 50 años de la gesta patriótica del 9 de enero de 1964”. ¿Por qué actúa con mala fe el presidente Ricardo Martinelli? La historia no se puede reducir sólo a la tozudez del mandatario. Para comenzar, la Asamblea Nacional aprobó un proyecto de ley muy sencillo en octubre de este año. El mismo se lo envió al Ejecutivo para su sanción. El proyecto dejaba constancia que la fecha de la conmemoración no podía moverse por razones de promoción del turismo u otras razones. ¿Por qué algo tan simple crea tantos problemas en el Palacio de las Garzas? ¿Por qué el presidente Martinelli no sanciona el proyecto de ley y la envía para su publicación a la Gaceta Oficial? El procedimiento tiende a complicarse para los ocupantes del Palacio cuando se analizan los elementos que constituyen el fondo de lo expuesto por el Movimiento Ciudadano y el proyecto de ley. La gesta del 9 de enero de 1964 es un acto que reivindica el pueblo panameño como algo que le es propio y que identifica tanto su amor por la patria como el proyecto de Nación que impulsa cada vez con más energía. Hace 50 años quienes gobiernan no han podido frenar el movimiento nacionalista del pueblo panameño. Lo han tratado de domesticar, de controlar, incluso, de guiar. Martinelli parece que está decido en acabar con lo que considera una idea subversiva. Incluso, identifica los murales en la avenida de los Mártires como actos de ‘maleantería’. Sus palabras son una falta de respeto para con los 23 caídos Le molestará el artículo 3 del proyecto que dice que “las oficinas públicas conmemorarán el Día de la Soberanía Nacional, con actos alusivos, tales como conferencias, murales y exposiciones artísticas, en los días inmediatamente previos, durante o posteriores al 9 de enero”. Pongan atención a la parte que dice: “...conferencias, murales y exposición artísticas...” Después de borrar murales, graffiti y todo lo que encuentra en su camino, blindado por la fuerza pública, es probable que este artículo le moleste. Para aclararle a la ciudadanía, a continuación reproducimos el proyecto de ley que Martinelli no quiere promulgar: El 23 de octubre de 2013 se aprobó el “PROYECTO DE LEY No. 669 que declara el 9 de enero de cada año Día de la Soberanía Nacional, subroga la Ley 13 de 30 de enero de 1967, y modifica el artículo 46 del Código de Trabajo. LA ASAMBLEA NACIONAL DECRETA: Articulo 1. Se declara Día de la Soberanía Nacional el 9 de enero, en recordación de la gesta patriótica de enero de 1964. Articulo 2. El Día de la Soberanía Nacional se conmemorará como día de duelo nacional, en homenaje a los mártires del 9 enero de 1964. Las oficinas públicas y las empresas privadas cerrarán el Día de la Soberanía Nacional y la bandera nacional ondeará a media asta, como expresión de duelo por las vidas sacrificadas por nuestros héroes nacionales. Articulo 3. Las oficinas públicas conmemorarán el Día de la Soberanía Nacional, con actos alusivos, tales como conferencias, murales y exposiciones artísticas, en los días inmediatamente previos, durante o posteriores al 9 de enero. Además, deberán exaltar la figura de los mártires, quienes ofrendaron sus vidas por la soberanía nacional. Articulo 4. Las emisoras de radio y canales de televisión panameños procurarán, el 9 de enero de cada año, recordar los movimientos patrióticos de la historia de Panamá, con énfasis en el 9 de enero de 1964, durante, al menos, una hora de su programación. Articulo 5. Los establecimientos de enseñanza conmemorarán la gesta patriótica del 9 de enero con actos alusivos, exaltando su importancia y el sacrificio de quienes brindaron generosamente sus vidas por el rescate de la soberanía nacional en la Zona del Canal de Panamá. La conmemoración a cargo de los establecimientos de enseñanza será parte de su calendario. El Ministerio de Educación está en la obligación de cumplir y hacer cumplir lo preceptuado en éste artículo. Articulo 6. Modifíquese el antepenúltimo párrafo del artículo 46 del Código de Trabajo, así: Para efectos del descanso obligatorio del 28 noviembre de cada año, cuando coincida con un día martes o miércoles, se disfrutará dicho descanso el día lunes anterior a la fecha; cuando coincida con un día jueves o viernes, el descanso obligatorio se disfrutará el día lunes siguiente. Este descanso será remunerado según las normas del Código de Trabajo. La transferencia del disfrute de estos días será automática y obligatoria. El 9 de enero de cada año será conmemorado sin que haya lugar a variar la fecha de descanso obligatorio. Articulo 7. Todas las autoridades de la República coadyuvarán en el cumplimiento de esta Ley. Articulo 8. La presente Ley subroga la Ley 13 de 30 de enero de 1967 y modifica el antepenúltimo párrafo del artículo 46 del Código de Trabajo. Articulo 9. Esta Ley comenzará a regir el día siguiente al de su promulgación. Comuníquese y publíquese”. 12 de diciembre de 2013.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Gobierno le declara la guerra a jóvenes artistas

“Volveremos más fuertes”, dice El Kolectivo La historia es un campo de lucha. Siempre lo ha sido. Quién ‘domina’ el pasado es dueño del presente y hará valer su superioridad en el futuro. La educación en cualquier país moderno es cada vez más importante. Quién controla los textos que se reparten en las escuelas y que leen los estudiantes definirá como serán los futuros ciudadanos. Igualmente, quien controla los contenidos de los programas radiales y televisivos puede darle forma a la famosa y difusa ‘opinión pública’. Es decir, puede darle forma a la mente de todos los consumidores de un país. (Cuando se habla de un país moderno se refiere a su capacidad de convertir el salario de todos los trabajadores en consumo. Los consumidores son los que también se llama ‘clase media’). La educación y los medios de comunicación son, por extensión, campos de lucha. El enfrentamiento es cotidiano. Se traduce en lo que leemos, en lo que escuchamos o en lo que vemos por lo medios masivos de comunicación. En el transcurso de la mañana de hoy se realizará una conferencia de prensa convocada por El Kolectivo, un grupo de jóvenes pintores que quiere rendirle homenaje a los mártires de la gesta del 9 de enero de 1964, principio del fin de la colonia norteamericana que se llamaba Zona del Canal de Panamá. Los jóvenes artistas comenzaron el 23 de noviembre a pintar las paredes de la avenida de los Mártires, arteria urbana importante aún en el presente, que fue testigo de los enfrentamientos desiguales entre tropas norteamericanas y jóvenes panameños en aquellas jornadas de enero de 1964. En aquel año un total de 23 vidas panameñas fueron sesgadas por las balas norteamericanas y otras causas. El gobierno fue más que expedito. El 25 de noviembre movilizó una escuadrilla del Ministerio de Obras Públicas que procedió a pintar de gris la mayoría de las obras de los jóvenes. Para hacer aún peor el agravio cometido contra la memoria de los combatientes del 9 de enero y los mártires, el presidente de la República, Ricardo Martinelli, confesó que había sido su persona que dio la orden de intentar borrar la memoria colectiva del pueblo panameño. El mandatario panameño declaró desde el Palacio, que “lo que ustedes pinten se lo vamos a volver a pintar”. Los jóvenes de El Kolectivo anunciaron que volverán a pintar el mural “Homenaje a los héroes y mártires panameños” que fue eliminado por las autoridades de las murallas de la avenida cuyo nombre les recuerda. Nuevamente, en la madrugada del 27 de noviembre, Martinelli dio la orden de borrar por segunda vez los murales. Martinelli debe estar arrepentido de su decisión apresurada. Pero en estos momentos no se sabe cual podrá ser su próxima movida. Otro representante de los sectores sociales de Martinelli, que han ocupado la Presidencia en el pasado, habría salido con camión y ayudantes a llevarles latas de pintura, brochas y andamios a los jóvenes artistas que rescataban la historia patria. Eso fue lo que hizo el presidente Chiari en enero de 1964 cuando decidió romper relaciones diplomáticas con EEUU acatando las demandas estudiantiles que luchaban en lo que es hoy la avenida de los Mártires contra el Ejército del país más poderoso del mundo. Un medio señaló que “la medida contra los jóvenes es caprichosamente absurda, pues en el pasado manifestaciones similares han adornado la ciudad, incluso en el barrio desde donde gobierna el propio mandatario. Entonces, ¿qué tiene de malo hacernos recordar quiénes somos? Honrar nuestra historia también es hacer patria”. Los gobernantes suelen tenerle miedo a la historia que no repite lo que más le interesa. ¿Qué jóvenes o adultos panameños conocen a Pedro Prestán, a Bayano, a los dirigentes del Movimiento Inquilinario o a los trabajadores de las bananeras asesinados? ¿Permitirían un mural de Victoriano Lorenzo o Floyd Britton, hombres de espíritu revolucionario? Las autoridades le tienen miedo al significado de la gesta del 9 de enero y el rol de los jóvenes estudiantes de la época y tratan de borrarla sistemáticamente de nuestra memoria. Según Carlos Fong “los graffitis son acciones poéticas donde se le da color a una ciudad gris. Son la lectura que hacen los jóvenes de la identidad y de la nacionalidad. No está bien lo que han hecho con los trabajos de El Kolectivo y hay que denunciarlo”. El poeta nacional, Orestes Nieto, dijo que “el gobierno no tiene la menor idea de que todas las formas de arte público acompañan a la humanidad desde siempre, con sus formas diversas de expresarse y compartir desde el trazo artístico. Parece que viven en otro mundo y no han visto urbe… donde miles de obras de excelencia permanentes embellecen ciudades, pueblos, caminos, calles y avenidas...” El Kolectivo denunció la acción del gobierno contra sus pinturas. Según el grupo de artistas, son obras en el “camino al cincuentenario de la gesta (de enero de 1964), con mucho esfuerzo y sacrificio voluntario... Indignación, rabia, tristeza nos envuelve al ver pisoteado nuestro esfuerzo por salvar nuestra memoria histórica pero volveremos más fuertes y entusiasmados para defenderla”. La historia es un campo de lucha. La batalla la ganan quienes tienen el proyecto más lúcido y el pueblo que lo respalde. 5 de diciembre de 2013.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Jované denuncia la intervención de Biden en asuntos internos

El aspirante independiente a la Presidencia de la República, Juan Jované, denunció la intervención de EEUU en el proceso electoral panameño con motivo de la visita a Panamá del vicepresidente de ese país, Joseph Biden. Además, el profesor universitario se mostró alarmado por la crisis financiera de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) que salió a relucir con motivo de la visita del alto funcionario norteamericano. Jované rechazó “el secretismo, la conspiración y la imposición de EEUU”. También “condenó la ineptitud y cobardía de la clase dirigente panameña (gobierno y oposición tradicional)”. La visita de Biden – más allá de una flagrante intervención en asuntos internos del país - tiene implicaciones que afectarán directamente el futuro de Panamá. EEUU tiene planes de convertirse antes de 2020 en un exportador neto de petróleo y gas natural. Para ello, Biden recalcó que están acondicionando sus estructuras portuarias. El principal destino de esas exportaciones es China y el Canal de Panamá constituye para EEUU la vía estratégica. En el comunicado de prensa dado a conocer, Jované señaló que “Biden vino a Panamá para resolver dos problemas políticos estratégicos para los intereses de EEUU”. En primer lugar, manifestó que tiene que rendirle cuentas a los grandes capitales portuarios de la costa oriental y del río Misisipi, por la demora que experimenta la ampliación del Canal de Panamá. Originalmente, la vía acuática ampliada debía comenzar a operar en 2014. Sin embargo, durante la visita de Biden se insinuó que la entrega de la obra puede atrasarse hasta 2016. El segundo problema político de Biden, mencionado por el comunicado del Movimiento Independiente de Refundación Nacional (MIREN), que encabeza Jované, se refiere a “la inestabilidad política de la clase dirigente panameña que crea dudas en EEUU sobre el futuro de la magna obra de la ampliación del Canal”. La entrevista de Biden con el presidente Ricardo Martinelli y los candidatos a la Presidencia de los partidos tradicionales giró en torno a los dos problemas: La crisis de la ACP, que tiene dificultades con sus contratistas, y la ingobernabilidad de la burguesía comercial y financiera panameña. En su discurso en las esclusas del Canal de Panamá, Biden se refirió a las inversiones de decenas de miles de millones de dólares en la ‘modernización’ de los puertos en EEUU en anticipación a la ampliación del Canal de Panamá. El atraso en la construcción del tercer juego de esclusas representa pérdidas significativas para la economía norteamericana. No fue casual que Biden llegó a Panamá en compañía de senadores, diputados (representantes) y alcaldes de las ciudades más grandes de la región oriental de ese país. El comunicado agrega que “la preocupación de los norteamericanos se centra en la versión de que Panamá ya ha gastado los US$5,250 millones presupuestados (para la ampliación del Canal de Panamá) y todavía queda mucho trabajo por hacer para terminar la obra”. Hay indicios de que “los malos manejos de los contratistas y una supervisión inadecuada por parte de la ACP son los factores que inciden sobre los problemas financieros”. En la conferencia de prensa de Jované se planteó la posibilidad de que “la República Popular de China - parte muy interesada en el comercio marítimo mundial - ha ofrecido un préstamo a Panamá para que pueda resolver su crisis de caja”. Actualmente, China es el segundo usuario más importante del Canal de Panamá. Un elevado porcentaje de sus exportaciones manufactureras con destino a EEUU pasan por el Canal. Igualmente, las enormes exportaciones de granos norteamericanas con destino al gigante asiático también pasan – en la dirección opuesta – por la vía acuática panameña. La oferta china a Panamá – de ser cierta – es rechazada de manera contundente por EEUU. Desde hace 15 años China participa en la empresa registrada en Hong Kong - Hutchison Whampoa Limited - que administra los puertos de Balboa y Cristóbal. Actualmente, ambas instalaciones ocupan el primer y segundo lugar, respectivamente, en América latina en movimiento de carga. La importancia del Canal será aun más significativa en un futuro no lejano cuando EEUU se convierta en el productor y exportador más importante del mundo de petróleo y gas natural. Biden subrayó la preocupación de EEUU en torno al futuro del Canal. Su intervención directa en la política electoral de Panamá es una señal de la creciente pérdida de confianza de EEUU en la capacidad administrativa de la burguesía comercial y financiera panameña. El actual gobierno pretende quedarse en el poder, incluso si requiere movilizar los batallones militares panameños entrenados por EEUU. La oposición, por su lado, dice que recurriría a cualquier recurso para evitar la reelección del presidente Martinelli y sus seguidores. El MIREN condenó la sumisión de las fracciones de la burguesía panameña a los dictados del gobierno norteamericano. El comunicado “exige que el gobierno y los partidos de la oposición tradicional den una explicación clara y precisa sobre lo conversado con Biden. Además, Jované señaló que es “urgente que el gobierno y la ACP presenten al país un informe sobre la crisis financiera de la institución responsable de la ampliación del Canal y el cronograma de los trabajos faltantes”. 28 de noviembre de 2013.

jueves, 21 de noviembre de 2013

La visita del vicepresidente Biden a Panamá

El vicepresidente de EEUU, Joseph Biden, desplegó todo el poder del imperio de EEUU durante su visita de 24 horas a Panamá. Según informó la prensa local, la seguridad del alto funcionario de Washington consistió en 25 vehículos blindados del servicio secreto de la Casa Blanca y de las diversas dependencias de seguridad panameñas. Se reunió con el presidente Martinelli y lo felicitó por haber detenido un barco norcoreano procedente de Cuba en la entrada norte del Canal de Panamá. La manera en que intervino EEUU es este asunto hace presumir que la tripulación y el barco no serán liberados hasta que Washington dé la orden. Aún más inaudito, Biden recogió a los tres candidatos de la burguesía panameña que aspiran a la Presidencia de la República en un busito que los trasladó al hotel de playa donde estaba alojado el vicepresidente. A orillas del Pacífico, Biden les dijo que Washington estará supervisando las elecciones presidenciales panameñas programadas para mayo de 2014. Les prohibió a los candidatos que compartieran lo conversado con los medios de comunicación. La intervención directa de Biden en los asuntos internos de Panamá – muy especialmente lo referente al proceso electoral – tiene precedentes lamentables en Panamá. El día antes de la visita de Biden a Panamá una comisión de ética política se reunió en la Universidad de Panamá para buscar soluciones a lo que llamaron una participación demasiada obvia del gobierno en la campaña electoral. Habría que preguntarles si la intervención de Washington en la política interna del país lo consideran aceptable. Muchos políticos consideraban que este comportamiento imperial de EEUU había sido superado. Sin embargo, los aspirantes panameños a la Presidencia, el gobierno y la oposición tradicional acogieron con beneplácito la conducta arrogante de Washington. Según un diario de la capital panameña las partes se sintieron satisfechas con los resultados de la reunión. Biden se fue sin que se supiera exactamente a que respondía su visita al país. Los comunicados de ambos gobiernos que explicaban la visita se contradecían. Por el lado de Washington, vino a ver el progreso en la ampliación del Canal de Panamá. En cambio, el gobierno panameño dijo que venía a firmar acuerdos con Panamá. Entre ellos el ‘Global Entry’ que le daría a los viajeros frecuentes panameños la posibilidad de no hacer las largas filas en los aeropuertos de EEUU. ¿Qué intereses tiene EEUU en Panamá que amerita la visita del vicepresidente de ese país? La extraña visita se combina con la creencia de Biden de que el presidente de Panamá se llama Martínez. Seguramente trasciende los tratados comerciales, los acuerdos militares vigentes que tienen como objetivo acosar al pueblo colombiano y menos que ver con Centro América. ¿Podría ser algo que ver con la Alianza del Pacífico? ¿Quizás alguna maniobra que se relaciona con la permanente política de la Casa Blanca para desestabilizar a Venezuela? Cuando regrese a Washington le informará a su jefe inmediato, el presidente Obama. Panamá es el único país de América latina que está negociando con el gobierno de Gran Bretaña para desarrollar relaciones con la administración colonial de las islas Malvinas. Argentina aún no ha protestado por la reciente visita de una delegación oficial de la Asamblea Nacional de Diputados a lo que los ingleses llaman las islas ‘Falkland’. La comitiva formada por cuatro diputados panameños firmó un convenio con los ingleses en las islas Malvinas que establece relaciones ‘interparlamentarias’ entre Panamá y las islas ‘Falkland’. En el siglo XX Argentina apoyó con gallardía la lucha del pueblo panameño por la recuperación de su soberanía, usurpada por EEUU en la antigua Zona del Canal. El vicepresidente Biden agradeció al presidente panameño Ricardo Martinelli por haber reconocido diplomáticamente a Kosovo, una provincia de Serbia, de la antigua República de Yugoslavia, desarticulada tras una sangrienta intervención de la OTAN. Kosovo no ha sido reconocido por las Naciones Unidas y sobrevive gracias a las donaciones económicas interesadas de EEUU y Alemania. La OTAN realizó una ‘limpieza étnica’ en Kosovo eliminando su población de ascendencia serbia. ¿Por qué reconoció Panamá a Kosovo? La respuesta es obvia: Para servirle a algún oscuro funcionario del Departamento de Estado que puede resultar provechoso para algunos negocios. Panamá fue más lejos y aplaudió oficialmente la intervención norteamericana en Siria, donde ha desplegado miles de mercenarios entrenados por Al-Qaeda. Más preocupante para Panamá, la Cancillería anunció horas después de la partida de Biden que había suspendido sus relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática. La República Saharaui fue reconocida por el gobierno militar del general Omar Torrijos hace 40 años, iniciativa aplaudida por los pueblos y gobiernos árabes y por la Organización de Países No-alineados. Desde entonces el pueblo Polisario sobrevive bajo el acoso militar permanente del Reino de Marruecos – aliado cercano de EEUU - que reclama ese territorio en el desierto del Sahara. El presidente Martinelli se arrima a las peores causas internacionales. Hace el ridículo en los foros internacionales. Apoyó con entusiasmo durante una visita al Medio Oriente el holocausto israelí en Palestina. Sin que se lo pidan se pronunció a favor de las pretensiones de Japón sobre unas islas disputadas con la República Popular de China. Hace poco se lanzó contra Nicaragua después que ese país ganara un pleito contra Colombia en torno a aguas territoriales en la Corte Internacional de La Haya. Se retractó poco después pidiendo disculpas por el error que había cometido. El ministro de Relaciones Exteriores, Núñez Fábrega, cuando visitaba Washington recientemente dijo que la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua era un globo que reventaría a corto plazo. La nueva vía acuática centroamericana sería financiada por la Republica Popular de China. Mientras tanto el gobierno panameño tiene un barco de Corea del Norte retenido en el puerto de Cristóbal, en la entrada norte del Canal de Panamá, por supuesto tráfico de drogas. En las bodegas del barco le encontraron posteriormente piezas de aviones de guerra que Cuba estaba devolviendo a ese país asiático. Para crear un ambiente de espionaje internacional, la fiscalía de drogas tiene detenida la tripulación del barco sin acusaciones formales en una antigua base militar norteamericana en el Caribe. A nivel internacional la política exterior que le puede hacer más daño a Panamá es la creciente militarización del país bajo la mirada del Comando Sur de EEUU. Los dos países han firmado 7 acuerdos militares desde 1991 que le permiten al Comando Sur operar en territorio, en aguas y en el espacio aéreo panameño. En 2008 el presidente panameño se embarcó en un crucero de guerra norteamericano en aguas panameñas cerca de la frontera con Colombia. Con todos los antecedentes señalados, sólo se puede predecir lo peor como consecuencia de la visita de Biden a Panamá. Si en este momento no se sabe a qué vino el vicepresidente de EEUU, no cabe duda que pronto lo sabremos. No se puede augurar algo positivo. 21 de noviembre de 2013.

jueves, 14 de noviembre de 2013

La democracia quiere una alternativa en 2014

Desde que el presidente Ricardo Martinelli expulsó de su gobierno al Partido Panameñista – que incluía al vice-presidente de la República, Juan C. Varela – la clase dirigente del país comenzó a poner la barba en romojo. Su partido político procedió a comprar diputados, alcaldes y concejales para asegurar su mayoría en la Asamblea Nacional y en los Consejos Municipales del país. Tanto los partidos de oposición, medios de comunicación, gremios empresariales y asociaciones cívicas mostraron alarma por la arrogancia y desfachatez del mandatario. En los últimos meses ha surgido en esos sectores un grito unísono de que la ‘democracia’ está en peligro. Hablan que el presidente Martinelli se ha vuelto en un ‘dictador’ ya que no acata lo que establece la Constitución Política de la República. Aseguran que se ha adueñado de los tres órganos del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. También auguran que el Tribunal Electoral está a punto de sucumbir a las ambiciones del mandatario. Martinelli, dicen, se tomara el Tribunal Electoral removiendo uno de sus magistrados y reemplazándolo con otro de su elección. La última ocurrencia del presidente fue tratar de someter las decisiones del Tribunal Electoral a los fallos de una sala de la Corte Suprema de Justicia. Estos mismos sectores, sin embargo, no muestran mayor preocupación cuando el presidente Martinelli moviliza sus servicios militarizados para reprimir las protestas de campesinos, indígenas o trabajadores. Tampoco se oponen a las leyes que aprueba el gobierno que encarece la canasta básica, que abandona la infraestructura educativa nacional o que pone en peligro la salud de los panameños. Esos medios, partidos de oposición o gremios, tampoco reaccionan cuando el gobierno concede nuestras riquezas mineras o nuestros bosques, ríos, costas e islas. Miles de familias pierden sus medios de vida por un simple decreto presidencial o resolución municipal que los despoja de sus tierras. El despojo violento de comunidades enteras, que el pueblo observa en los noticieros de la televisión, es democrático, según los abogados de los que se autodenominan dueños del país, tanto del gobierno o de la oposición. En los medios escritos, audiovisuales y de otra índole lo llaman ‘progreso’: No hay que oponerse al ‘desarrollo del país’. La entrega de las minas, las represas hidráulicas, los proyectos inmobiliarios y la destrucción del agro es democracia. Aseguran que las inversiones extranjeras contribuyen al progreso. El pueblo panameño que no cuenta con empleos decentes, tiene trabajos precarios y cuyos hijos son objeto de persecución y encarcelamiento, observa como los políticos – representantes de los grandes empresarios del país – se enfrascan en pleitos verbales y luchas legales. Los voceros del gobierno, aseguran que sus políticas ‘clientelistas’ (repartición de jamones y favores) es democracia. Quienes se autodenominan la oposición, en cambio, aseguran que la ‘democracia’ es que en las próximas elecciones les toca ganar a ellos los puestos de elección popular. Es lo que el ‘Consenso de Washington’ llama la alternabilidad. Al presidente Martinelli le dicen que “robó durante cuatro años más que en los últimos 40 años”. Hay quienes dirían que ahora le toca a la oposición robar durante el próximo quinquenio. El gobierno y la llamada oposición coinciden plenamente en sus políticas para el próximo período 2014 a 2019. Ambos quieren seguir promoviendo las políticas de despojo de empleos e, igualmente, de tierras. Se apropian de los excedentes que generan el Canal de Panamá, los puertos, la posición geográfica del Istmo, los bosques y subsuelos, asegurando que eso se llama democracia y que no viola la Constitución. Con ese objetivo llenan las curules de la Asamblea de diputados fáciles de manipular, nombran magistrados a la Corte y cuentan con una ‘fuerza de orden’ cipaya. Martinelli es igual que los demás miembros de la clase dirigente del país. Tiene en la mira las riquezas nacionales, igual que los otros. ¿Es más hábil que sus pares? Hasta ahora ha demostrado que sí. Sin embargo, con el primer traspié puede caerse y no levantarse más. La cola que arrastra es muy larga. Entre sus actuales ‘amigos’ hay muchos que pueden abandonarlo fácilmente. Debe cuidarse especialmente de los que tienen sus oficinas en Clayton. Hermosas las palabras del presidente magistrado del Tribunal Electoral, Erasmo Pinilla, cuando defendió la democracia panameña contra los últimos embates del gobierno. Le pidió a Dios que protegiera al país y su democracia. En la inauguración del Palacio electoral, dijo que “es necesario, defender cada adoquín de nuestra Plaza de la Democracia… para convertirla en ideal contra cualquier intención de corromper nuestra salud institucional”. En la parte más importante de su discurso, Pinilla dijo que la democracia no está en el procedimiento. Radica en el pueblo. El Tribunal Electoral está al servicio del pueblo. La Constitución es letra muerta si no se respeta su contenido que señala que el pueblo es el único soberano. En otras palabras, presidentes, diputados y otros funcionarios son mandatarios al servicio del pueblo. Todo indica que quienes se creen dueños del país nunca entendieron el significado de la democracia. El pueblo se cansó de los políticos de la clase dirigente panameña y busca otra alternativa totalmente nueva. 14 de noviembre de 2013.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Las futuras batallas de la juventud panameña

El 2 de noviembre pasado el Concejo Municipal de Panamá me invitó a pronunciar el discurso de fondo ante la tumba de los soldados de la independencia. Es una tradición centenaria de la ciudad capital que pretende rescatar la memoria de los héroes de la Patria y, sobre todo, destacar las tareas que nos exigen las generaciones del futuro. Consideré oportuno invertir el tiempo disponible en tratar de esclarecer cuales son las tareas que le compete a la generación que actualmente dirige el país para salir de la profunda crisis en que se encuentra Panamá. En el acto estaba presente el presidente Ricardo Martinelli, su gabinete, los miembros del Concejo Municipal y un nutrido público. Para lograr mi objetivo decidí comenzar por reivindicar a los ‘próceres’ de 1903 y, sobre todo, a la generación heroica que encabezó las jornadas de enero de 1964. Fue la audacia de los próceres la que dio pie para que a principios del siglo pasado se fundara la República. A su vez, en 1964 fue el sacrificio generoso de un pueblo – 23 mártires y 400 heridos – lo que señaló el principio del fin de la ocupación militar norteamericana de suelo panameño. La guerra por la soberanía fue la pieza central en la lucha de varias generaciones panameñas para avanzar con el proyecto de Nación, concebido por jóvenes de fines del siglo XIX y consolidado a mediados del siglo XX. Si en 1903 los comerciantes de la ruta de tránsito lograron romper con Bogotá – mediatizados por el pacto con EEUU – fue en 1964 que la gesta del 9 de enero, encabezada por la juventud panameña, sentó las bases para finiquitar la presencia neo-colonial de Washington. Destacamos cómo a los llamados próceres se les disminuye en su papel histórico. Igualmente, cómo se mancillan los sacrificios de quienes lucharon y sacrificaron sus vidas el 9 de enero. Con los soldados de la independencia a mis espaldas y los héroes del 9 de enero a mi diestra, le señalé a los presentes que “siempre hay una forma de torcer los hechos para servir propósitos egoístas. En la actualidad, todavía reprimimos a los estudiantes. Subordinamos a las mujeres. Condenamos al campesino-indígena a la servidumbre en sus propias tierras”. Subrayamos la falta de una cultura democrática en nuestro medio. A pesar de los avances realizados por el pueblo, todavía hay una oligarquía que cree que el país es su hacienda. El progreso ha sido lento. “No fue hasta diez años después de la independencia con Porras rodeado de una generación más joven de panameños, que emerge la cuestión de la democracia, de la soberanía y de la Nación como asuntos de Estado. Una generación más tarde Arnulfo Arias echaría las bases de una nacionalidad aún imperfecta con su discurso fogoso que capturó la imaginación de los panameños más humildes. La siguiente generación fue encabezada por Omar Torrijos que negoció la eliminación de la Zona del Canal, la evacuación de las tropas militares extranjeras y la entrega del Canal de Panamá. Torrijos se empinaba sobre esa gloriosa generación que encabezó la gesta del 9 de enero de 1964”. A pesar de ese progreso, aún enfrentamos una “crisis de identidad, de objetivos, de proyecto. El crecimiento espectacular de la economía a principios del siglo XXI, resultado de la ampliación del Canal y los reajustes a escala global, han generado nuevas riquezas, concentradas en muy pocas manos”. Enfrentamos grandes desafíos, igual que los próceres, igual que los caídos el 9 de enero. Le aseguramos a los presentes “que igual que en el pasado, surgirá una nueva generación que sabrá dar un paso significativo hacia la democracia anhelada, que continuará perfeccionando nuestra soberanía y seguirá construyendo el proyecto de Nación”. El diario La Prensa, vocero de los capitales más concentrados de Panamá, que nunca ha suscrito el proyecto de Nación de los panameños, tergiversó el acto celebrado en conmemoración de los soldados de la independencia. Pretendió convertir mis palabras en una arenga partidaria. Perdiendo el sentido de las proporciones confundió al Partido Revolucionario Democrático (PRD) con el alpinismo generacional iniciado a mediados del siglo XIX. En mi discurso fui claro cuando señalé que el 9 de enero hubo un solo héroe: el pueblo panameño. Si La Prensa cree que el héroe es una persona o un partido político está muy equivocado. Con más razón, está muy equivocada si cree que quien pronunció ese discurso suscribe la ideología, egoísta y personalista, propia de quienes dirigen sus páginas. Hay muchas luchas que aún tiene que librar nuestro pueblo y su juventud. La principal guerra que libramos los panameños es por nuestro proyecto de Nación, aún inconcluso. Sacamos las estacas clavadas en nuestro territorio, a pesar de la oposición oligárquica. Ahora corresponde dar la batalla por nuestra soberanía social y económica. A pesar de que los próceres navegaban en la incertidumbre, su audacia nos legó la República. Hoy nuestra juventud sabe qué país quieren los panameños. “Continuemos siendo audaces como los próceres pero con un destino claro y preciso – y una nueva dosis de audacia - como la juventud de enero de 1964”. 7 de noviembre de 2013.

jueves, 31 de octubre de 2013

La violencia institucional puede cobrar vida propia

En los últimos seis años la fuerza pública panameña (Policía Nacional y otros estamentos) ha estado involucrada en la muerte de 17 personas por negligencia y/o prepotencia. Desde la muerte de una empresaria en 2007 hasta el caso más reciente de los dos niños asesinados en San Carlos en 2013. Además, la contención de manifestaciones de protesta (la represión mal aplicada) por la Policía Nacional y el Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) ha sesgado la vida de otras 8 personas y dejado decenas de heridos desde esa misma fecha. La conmoción que se observa a nivel de la población panameña, sacudida por los incidentes fatales en los cuales están involucrados agentes de la Policía Nacional, no es el producto de un incidente aislado. El país se percata que está en un espiral de violencia institucional cuyo resultado final es impredecible. La opinión pública está muy preocupada ya que observa una conducta que sigue un patrón muy definido. Las fuerzas del orden han tomado la ley en sus propias manos con el aval de las autoridades. Pocos días después de la muerte de los niños en San Carlos, el dirigente sindical y aspirante a elección popular, Genaro López, fue encañonado por agentes de la Policía – junto a su familia – en la puerta de su casa. La Ley 74 avala la impunidad entre los agentes de la Policía Nacional con el beneplácito de las autoridades. En su momento, se pensó que la legislación garantizaría la lealtad de los agentes de la PN hacia las autoridades. Por el otro lado, las revelaciones de Wikileaks apuntan a una escalada en el uso de métodos extra-legales por parte de las autoridades y sus agentes para alcanzar objetivos políticos, ajenos a lo indicado por la ley y la Constitución. La pérdida trágica de vidas en San Carlos y el atentado contra el dirigente Genaro López forman parte de un patrón. La Policía Nacional recibe en forma indiscriminada entrenamiento militar bajo el supuesto de que la Institución (y el país) se encuentra en una 'guerra' contra las drogas. En ese enfrentamiento EEUU ha identificado a varios actores que deben ser objeto de represión: campesinos e indígenas. Estos, a su vez, según manuales de las fuerzas armadas de EEUU, pueden tener entre sus aliados a organizaciones políticas, miembros de la sociedad civil y gremios. Si el gobierno insiste en continuar recibiendo la asesoría de las ramas militares de EEUU para entrenar a su personal y desarrollar actividades militares, sólo se puede esperar un resultado catastrófico, que pone en peligro la vida de todos los panameños en forma permanente. A diferencia de la Policía, que tiene que velar por la seguridad de los ciudadanos y la protección de la comunidad, el militar tiene como responsabilidad reprimir con la fuerza toda movilización que considere sospechosa. El Policía utiliza su arma de fuego como última instancia cuando enfrenta al sospechoso de cometer algún delito. En cambio, el militar saca el arma de reglamento en primera instancia para neutralizar o eliminar al enemigo en el campo de batalla. Estamos presenciando, desde un tiempo atrás para esta fecha, una tendencia en el que el uniformado de policía (el "secreta" de civil) está actuando cada vez más – en forma equivocada - como militar. Esto es resultado inmediato de un entrenamiento planificado y acordado por las entidades de seguridad tanto de EEUU como Panamá. Incluso, con la participación activa de militares de Colombia gracias a la invitación de EEUU. La población panameña siempre le ha tenido poca confianza a los estamentos policíacos y militares. Son las fuerzas que los gobiernos de turno – desde los tiempos de la colonia - activan para someter a los sectores subordinados. Más aún, a los sectores que no se someten a la injusticia y manifiestan su descontento. Es el caso de los trabajadores sindicalizados, los estudiantes, los campesinos, los pueblos indígenas y otros. En los últimos cinco años han sido varios los panameños asesinados por la Policía y estamentos militares (SENAFRONT). Decenas que han sido heridos producto de una represión muy desigual. Los estudiantes gritan y tiran piedras. Los campesinos bloquean caminos rurales y los sindicatos sacan pancartas. En cambio, las fuerzas del orden desenfundan sus armas de fuego. Si la percepción que tiene la población de la conducta de la Policía continúa deteriorándose estaríamos entrando en una fase muy peligrosa. Los políticos que hoy son 'autoridad' mañana abandonarán sus cargos, pero dejarán un gran desorden entre los estamentos que tienen la responsabilidad de proteger a los panameños. ¿Qué pasará mañana cuando la autoridad no avala el uso de armas por parte de los agentes que no respetan el reglamento vigente? ¿Se someterán los uniformados a los dictados de las nuevas autoridades que quieren respetar la ley? ¿Pensarán que la autoridad les está faltando el respeto? ¿Se creerán por encima de la ley? ¿Podrán conspirar y alterar el orden constitucional? Pareciera que la política del actual gobierno y sus ministerios encargados de hacer cumplir la ley nos llevan por un camino muy resbaloso y peligroso. Urge hacer los correctivos inmediatamente, de lo contrario el espiral de violencia institucional cobrará vida propia. 31 de octubre de 2013.

jueves, 24 de octubre de 2013

Frente Santeño contra la Minería

El Frente Santeño contra la Minería (FRESACOMI) vuelve a la carga y “exige el cierre de la Minera Cerro Quema por violación fragante de la concesión minera y por cometer numerosos atentados en contra del ambiente santeño”. El comunicado fue hecho público la semana pasada sin que los medios lo recogieran y reprodujeran. En la actualidad, Panamá cuenta con tres proyectos mineros que están acabando con el medio ambiente. Además, están explotando los yacimientos mineros sin beneficio alguno para el país. El más próspero es la mina Petaquilla en Donoso, Colón. Produce varias toneladas de oro que genera cerca de mil millones de dólares al año para sus dueños sudafricano-canadienses. Le sigue Santa Rosa, en Cañazas, Veraguas, abandonada temporalmente creando un problema sin solución para las comunidades agropecuarias del área. En la lista se destaca Cerro Quema, en Los Santos, cuya población tiene años de pedir que sus abusos se regulen. Todas las minas tienen en común que son a cielo abierto, produciendo efectos negativos sobre la vida humana, fauna y flora. Entre los aspirantes a la Presidencia de la República para 2014, sólo el candidato independiente Juan Jované ha señalado que pondrá fin a la explotación a cielo abierto de la minería en Panamá. El proyecto que duerme una larga siesta pero amenaza con despertarse debido a los altos precios del cobre en el mercado internacional es Cerro Colorado. Se encuentra en el corazón de la Comarca Ngobe Buglé y los expertos dicen que tiene reservas con un valor de 70 mil millones de dólares. En la actualidad, hay cierto interés en su explotación pero el costo social es muy elevado. Cerro Colorado presenta dos alternativas para viabilizar su explotación. Ambas muy caras. Por un lado, mediante un proyecto bien planificado que tome en cuenta la población que vive en el área. Por el otro, un plan represivo para aplastar y/o expulsar a la población ngobe del área. Cerro Quema en Los Santos está causando problemas desde hace varias décadas. Incluso, en 1997, por los abusos cometidos contra las comunidades de Azuero, fue clausurada y multada por el gobierno de aquella época. Los inversionistas encontraron la fórmula para regresar a la faena. Las comunidades de la región están obligadas a regresar al campo de batalla. El Frente Santeño Contra la Minería (FRESACOMI), agrupación de comunidades, gremios y asociaciones, encabeza la lucha contra la explotación minera irresponsable de la empresa. La semana pasada sacaron un comunicado que ningún medio publicó por las razones conocidas. Los santeños señalan que “se oponen al desarrollo de proyectos mineros en la provincia de Los Santos” y aprovechan de “expresar a la comunidad nacional su posición en torno a los desastres ambientales que durante los últimos meses se están produciendo en el proyecto minero de Cerro Quema”. El comunicado “denuncia los altos niveles de sedimentación a que están sometidos el río Quema y otras quebradas (quebrada Mala, quebrada El Africano y quebrada El Gallote). El Frente plantea que los daños son “una muestra evidente de negligencia ambiental de parte de Minera Cerro Quema S.A.” El Frente también denuncia que los daños llegaron a su máxima expresión en julio y “continúa sin control, debido a que los llamados muros de gaviones no han cumplido su cometido”. El Frente indica que “se construyeron tarde y sin los requisitos técnicos reglamentarios”. Según el comunicado, “las plataformas que se han edificado en el cerro generaron gran cantidad de tierra que fue tirada por la falda del cerro, inundando predios privados y acabando con bolsones de áreas boscosas”. Como consecuencia, las áreas colindantes han sido afectadas. Los ganaderos de la región están sufriendo páramos ya que las fincas colindantes no cuentan con las fuentes de aguas tradicionales. Según los miembros del Frente, el gobierno ignora los desmanes que realiza la empresa minera en Cerro Quema. El comunicado “hace del conocimiento público, así como de las autoridades competentes, que se han realizado perforaciones en zonas para las cuales no existe autorización... Es el caso de Idaida y La Pelona, todo ello a espaldas de los organismos reguladores del Estado panameño”. El Frente agrega que la empresa minera ha pasado por encima de leyes y reglamentos. “Se construyeron carreteras en terrenos privados sin la autorización previa de sus dueños, lo que representa una flagrante violación de la propiedad privada. En Idaida se hicieron dos perforaciones durante el mes de julio y otros dos huecos se perforaron en La Pelona”. Las comunidades santeñas alertan al país “sobre las inconsistencias de la Minera Cerro Quema, que son las mismas por las cuales se multó y cerró en el año 1997, lo que demuestra su alto nivel de irresponsabilidad, no sólo en lo atinente al tema ambiental, sino sobre las repercusiones futuras de un proyecto que parece estar destinado al fracaso y a la destrucción del maltrecho sector ambiental de la provincia de Los Santos”. El comunicado, firmado por los dirigentes Secundino Jaén y Arturo Moreno, concluye exigiendo a la ANAM y al Ministerio de Comercio el cierre de la mina en Cerro Quema por violar las cláusulas de la concesión. 24 de octubre de 2013.

jueves, 17 de octubre de 2013

Fracasó encuentro de la ‘Alianza’ y empresarios

Está reunido en Panamá el nuevo híbrido emergido de los laboratorios neoliberales desarticulados por la crisis financiera global de 2008, pero aún sobreviviendo gracias a las políticas de despojo. Se trata del IX Encuentro Empresarial Iberoamericano, promovido por los gobiernos de España y EEUU, que reúne una treintena de empresarios de la región y sus contrapartes peninsulares con varios jefes de Estado latinoamericanos. La reunión de los empresarios se efectúa casi simultáneamente con la XXIII Cumbre Iberoamericana de gobernantes del nuevo y viejo mundos que se inaugura mañana viernes en la ciudad de Panamá. Lo que distingue al Encuentro fue el intento de mezclar mandatarios, empresarios y facilitadores como Juan Cebrián y Carlos Montaner. Desde la década de 1990 los ‘think-tank’ norteamericanos proponen que las empresas con más éxito de la región deberían reemplazar a los gobiernos en lo que se refiere a la planificación y ejecución de las políticas públicas. No es casual que la reunión en Panamá sigue esos lineamientos que parecieran estar en la agenda de quienes controlan las altas finanzas internacionales. Los organizadores del Encuentro pretendieron, en un principio, reunir a los empresarios más poderosos de la región con los presidentes del grupo de países que conforman la ‘Alianza del Pacífico’. Este grupo es impulsado por EEUU para integrar un bloque capaz de subvertir la integración regional y, a la vez, bloquear comercialmente a China. Entre los mandatarios fueron invitados Sebastián Piñera (Chile) y Ollanta Humala (Perú), países dependientes de sus ventas mineras a China. Además, están los presidentes Enrique Peña (México) y Manuel Santos (Colombia). Ninguno de los mandatarios llegará hoy a la mesa redonda anunciada. Sólo apareció el presidente de Paraguay, Horacio Cartes. Danilo Medina, de la República Dominicana, también amenaza con hacer una presentación. Los mandatarios de Costa Rica, Laura Chinchilla, y Ricardo Martinelli (Panamá), quienes aspiran ingresar a corto plazo a la Alianza del Pacífico, no mostraron entusiasmo con el encuentro. Los mandatarios de los países de la ‘Alianza del Pacífico’se caracterizan por sus posiciones ideológicas conservadoras y, además, por favorecer a la empresa privada mientras que reprimen a los trabajadores. Todos, a la vez, han celebrado tratados de comercio con EEUU que han debilitado a sus respectivas economías. Cada uno de estos países también ha celebrado, entre ellos, acuerdos bilaterales de promoción comercial. Los últimos en hacerlo fueron Panamá y Colombia que tienen una relación comercial asimétrica. A pesar del acurdo, Panamá no puede convencer a Colombia que abra sus puertas a la producción china que pasa por la Zona Libre de Colón. Están asistiendo al Encuentro empresarial, los ejecutivos iberoamericanos más poderosos. Se destacan en la lista Antonio Brufau, presidente de Repsol, quien encabeza la ‘Armada’ empresarial española. De los países miembros de la Alianza del Pacífico, están Carlos Yepes, presidente de Bancolombia, Blanca Treviño, presidente de Softek de México y José Graña Miro-Quezada, empresario de la construcción peruano. De otros países no miembros de la Alianza participan Isabel Novoa, del imperio bananero de Ecuador, Ricardo Poma, presidente del Grupo Poma de El Salvador, Ricardo Silva, vicepresidente del Banco Espíritu Santo de Sao Paulo, Brasil, Lorenzo Mendoza presidente de las Empresas Polar de Venezuela, Alejandro Bulgheroni presidente del Grupo OHL de Argentina y Pedro Heilbron, vice-presidente ejecutivo de la línea aérea COPA. Lo que tienen la mayoría de estos empresarios en común es que en los últimos 20 años han pasado de millonarios a convertirse en multi-millonarios. Además, se entienden muy bien con los personajes gobernantes de los países de la Alianza del Pacífico y con el mentor de la iniciativa, EEUU. El acercamiento de los empresarios con los presidentes es una muestra de las buenas relaciones de éstos con aquellos. Las políticas públicas en estos países han permitido elevar las tasas de ganancia de los empresarios sin que exista una correspondencia con el sector productivo. La llamada prosperidad que celebran los empresarios y sus contrapartes en el mundo gubernamental, sólo se puede aplicar a ese uno por ciento de la población que tiene acceso a los capitales especulativos que circulan aún en las economías estancadas. En España, cerca del 27 por ciento y más del 56 por ciento de los más jóvenes militan en el desempleo. En los países de la Alianza del Pacífico la desigualdad ha aumentado casi en un 50 por ciento. En EEUU las cifras son contundentes. En el caso de Panamá, el gobierno nacional se opuso a que se realizara la encuesta quinquenal del Banco Mundial a principios de año para no revelar la pobreza extrema en que ha caído un sector cada vez más grande de la población. La pieza faltante en la reunión empresarial es la creciente actividad militar en la región. Precisamente, en los países miembros de la Alianza los gastos militares se han multiplicado en los últimos años. Países como México y Chile han comprado armamento muy sofisticado. Colombia gasta cerca de dos mil millones de dólares al año en armamento. Panamá gastó más de 500 millones en los últimos tres años. El tema lo pueden agregar a la agenda a última hora. 17 de octubre de 2013.

jueves, 10 de octubre de 2013

El gobierno arremete contra la salud pública

Faltando 6 meses para las elecciones generales de mayo de 2014, el presidente Martinelli ha creado un ambiente de zozobra en el país, tanto en lo concerniente a lo social como también en lo político. En la primera semana de octubre provocó una crisis en el sector salud. Al mismo tiempo, arrastra problemas en el sector educativo, estudiantil, indígena y en el transporte. Los médicos y trabajadores de la salud han decretado un paro de labores en oposición a una ley aprobada a tambor batiente que pretende privatizar los servicios de salud tanto del gobierno nacional como los de la Caja de Seguro Social. A su vez, el presidente pretende abrirle la puerta a la contratación de médicos extranjeros en una operación ligada a la construcción de una ‘Ciudad Hospitalaria’. Esta ciudad es un complejo de edificaciones que tiene un costo de US$500 millones de dólares que pareciera estar desvinculada de las demandas de salud del país. Al igual que en el sector educativo, el gobierno actual maneja el sector salud como un negocio. Las estadísticas que arrojan resultados de morbilidad y mortalidad, así como en acueductos rurales o nutrición han sido descartadas. En materia de agua potable, enfermedades contagiosas y alimentación el país retrocede. Sin embargo, el gobierno celebra sus avances en el campo de las finanzas. Con satisfacción señala que las transacciones en salud benefician cada vez más a los inversionistas. Incluso, invitan a los especuladores a Panamá donde encontrarán terreno fértil para hacer ganancias a costilla de las pérdidas del pueblo panameño. Según los gremios médicos, la semana pasada una empresa española llegó a los centros de salud del interior con órdenes superiores de que debían asumir la dirección de los establecimientos. “En las provincias de Chiriquí y Coclé los representantes de 2 compañías españolas (Health Lean Logistics) se presentaron ante las autoridades alegando que eran poseedores de la Concesión Administrativa de toda la Red Primaria de Atención”. En 2012, la Comisión Médica Negociadora Nacional (COMENENAL) denunció el pago de 3.1 millones de dólares a una Consultora privada de España. Los médicos sospechan que hubo corrupción ya que un grupo de médicos panameños se ofrecieron para hacer la asesoría ad honorem. La oferta no fue aceptada por las autoridades de salud. La empresa española que recibió el beneplácito del gobierno para montar la “Red Primaria” es la misma que en ese país peninsular organizó la atención privatizada en Madrid y otras regiones. Según los gremios médicos la experiencia española ha “sido un estrepitoso fracaso” para la población. La Health Lean Logistic (HLL) es una empresa de Cataluña que se constituyó el 25 de mayo de 2004 en Barcelona. La empresa se ganó la licitación por parte de la CSS del sistema de aprovisionamiento y manejo de medicamentos así como de productos utilizados por los centros hospitalarios y sanitarios públicos del país. El importe de la adjudicación asciende a más de 3 millones de euros (equivalente a 4 millones de dólares) y tiene una duración de tres años. La resolución de Gabinete No 74 de 17 de mayo de 2011, que emite concepto favorable a la externalización de los servicios, está en abierta violación de la ley 51 de 2005 que “prohíbe externalizar servicios: Queda expresamente prohibida la externalizarían de aquellos servicios que la CSS se provee a sí misma y a los asegurados de manera formal, salvo en los casos en que la institución se encuentre temporalmente imposibilitada. En esta última circunstancia, las autoridades de la Caja de Seguro Social estarán obligadas a acelerar los procesos que permitan eliminar lo más rápidamente posible la adquisición externa de dichos servicios”. El objetivo del presidente Martinelli, según COMENENAL, es privatizar todo el sistema de salud del país. La empresa española Health Lean Logistics pretende dividir el país en tres regiones y crear concesiones administrativas privadas. Actualmente, los servicios de salud del sector público representan varios miles de millones de dólares. Según los gremios, el propósito de importar personal de salud especializado de otros países extranjeros sería para abaratar la mano de obra, destruir las organizaciones y someter a los trabajadores de la salud a condiciones económicas desfavorables. “La nueva legislación es la herramienta para crear mano de obra barata extranjera que maximice las ganancias de las compañías privadas”. El siguiente paso es rebajar los salarios de los médicos y otros trabajadores de la salud panameños. Los médicos también denunciaron la contratación directa - por un total de 15 años - de la administración de la futura Ciudad Hospitalaria de la CSS a una empresa privada. La Ciudad Hospitalaria pretende convertir ese centro de salud en el ‘hub’ de la región latinoamericana en esta materia. Sería una sucursal de los centros hospitalarios que existen actualmente en Houston, EEUU. El gobierno pretende que los concesionarios tengan clínicas con capacidad para atender ‘clientes’ extranjeros de toda la región. En medio del complejo se está construyendo un hotel para recibir a los ‘clientes’ (que ya no se llaman pacientes). Los panameños que serían atendidos en los diversos hospitales y podrían alojarse en el hotel tendrían que pagar precios competitivos a nivel internacional. Es decir, el 90 por ciento de los panameños no tendrían acceso a los servicios de las clínicas y hotel de la Ciudad Hospitalaria. Los médicos y otros gremios de la salud han planteado que se mantendrán firmes en su oposición contra los planes de privatización del gobierno. En su pliego exigen cuatro condiciones para poner fin al paro: En primer lugar, un compromiso por escrito y público del gobierno y las autoridades de salud a no seguir privatizando la salud. Además, que no se dé concesión administrativa alguna a la llamada ciudad hospitalaria. Exigen que tampoco se manipulen contratos ‘publico-privados’. A su vez, plantean que todo acuerdo pase por la Mesa del Diálogo que actualmente discute el nuevo Código Sanitario. En segundo lugar, piden la derogación de la ley aprobada sin consulta con los sectores interesados. También piden la “restitución de todos los colegas médicos, enfermeras, técnicos y funcionarios administrativos despedidos”. Plantean el “pago de todos los turnos extras adeudados desde hace 4 meses a todos los médicos, enfermeras, técnicos, funcionarios administrativos”. 10 de octubre de 2013.

jueves, 3 de octubre de 2013

Jované se compromete a reducir la canasta básica

La campaña a la Presidencia de la República del candidato independiente, Juan Jované, está presente en comunidades, centros de trabajo y en los programas de radio y televisión del país. En reciente entrevista radial, Jované destacó que su programa privilegia rebajar el costo de la canasta básica. Es decir, mitigar los efectos de la especulación de los grandes monopolios que controlan la economía nacional y combatir las políticas de despojo que ha disparado la inflación. Según Jované, “Panamá transita hoy por una situación de crisis. Pese al notable crecimiento económico, nos encontramos ante un modelo concentrante y excluyente, que está produciendo una crisis social sin precedentes que se expresa en varios aspectos: pobreza generalizada de la población, inflación y deterioro del poder adquisitivo de las familias, alto desempleo juvenil, inseguridad y criminalidad”. Además, la política actual también ha provocado el “debacle de los servicios sociales de salud y educación, crisis del sector agrícola con la consiguiente incapacidad de garantizar la seguridad y la soberanía alimentarias, la progresiva destrucción ambiental y el deterioro de la finanzas públicas”. El periodista Edwin Cabrera le preguntó a Jované qué prioridades le asignaba su campaña a las acciones que tomaría cuando llegue a la Presidencia de la República. El candidato independiente respondió que entre los diez compromisos básicos de su programa, privilegia rebajar el costo de la vida y aumentar los salarios. Es decir, “defender a la población frente a la inflación y la especulación”. Jované introduciría un aumento general de salarios destinado a restablecer la capacidad adquisitiva pérdida de todos los panameños. Jované también dijo que “congelaría los precios de la canasta básica de bienes esenciales”. Señaló que para esto es necesario introducir nuevamente los mecanismos de control de precios. Este mecanismo debe abarcar tanto los alimentos, vestimenta, vivienda y, también, incluir la esfera de la energía (combustibles y energía eléctrica). Según Jované, el programa que le ha presentado al pueblo panameño plantea que la única solución a la crisis es desarrollando una estrategia que sea capaz de generar empleos productivos y bien remunerados. Actualmente, se vive la ficción del empleo informal que sólo arroja pobreza y desigualdad. Según el gobierno del presidente Martinelli, el desempleo afecta a sólo el 5 por ciento de los trabajadores panameños. Estas son estadísticas amañadas que no reflejan la realidad. Si se suma el empleo informal (40 por ciento) y el empleo parcial (10 por ciento), en Panamá la mitad de la población trabajadora está buscando empleo. Si se aplicaran las normas utilizadas hace apenas diez años para medir el desempleo, en la actualidad, el desempleo estaría cerca del 20 por ciento de la población económicamente activa. Jované es el único candidato que ha dado a conocer su programa de gobierno. En el pasado, los partidos tradicionales no dieron a conocer sus programas. El candidato independiente dice que el pueblo panameño merece que todos los aspirantes debaten en público y frente a frente los objetivos que persiguen. El 4 de mayo de 2014, cuando la ciudadanía vaya a las urnas, debe votar por un programa. Los partidos tradicionales pretenden comprar los votos con regalos o prebendas como ha sido la política en los últimos torneos. Según la respuesta que Jované le diera a su entrevistador radial, “los principios (de su campaña) se concretan en una estrategia de desarrollo económico y social”. Agregó que el “centro específico (del esfuerzo) es asegurar a todos los panameños y panameñas un trabajo digno que sirva de base no solo a la satisfacción de sus necesidades básicas, sino, además, a una vida sana y prolongada”. De esta manera cada panameño podrá “vivir con libertad y participar de manera activa, deliberativa y protagónica en la construcción de una real democracia y la consolidación de la nación panameña”. Ante una pregunta sobre su ideología, Jované respondió que se siente orgulloso de luchar junto al pueblo. Señaló que le había agradado la respuesta del papa Francisco a una pregunta similar. El obispo de Roma contestó que, definitivamente, “no era de derecha”. Subrayó la importancia de presentar con claridad los objetivos que persigue el programa de gobierno. Hasta ahora, los candidatos de los partidos tradicionales sólo repiten consignas huecas y gastan literalmente millones de dólares en contratar diseñadores gráficos – que llaman asesores – para vender imágenes a un pueblo frustrado. Al ser abordado sobre posibles alianzas, Jované fue positivo. Señaló que todo punto de partida descansaría sobre la discusión de los programas de gobierno. Si hay un acuerdo recíproco, entonces las diferentes organizaciones pueden caminar juntos. El programa del Movimiento Independiente de Refundación Nacional (MIREN) que lideriza Jované, va directamente al grano poniendo en primer lugar los intereses populares. Según el candidato, el programa sólo rechaza en forma contundente las políticas neo-liberales que han castigado al país y empobrecido a su población. “Esta estrategia, según Jované, apunta al fortalecimiento del sector productivo del país, en un esquema que aprovecha las ventajas del país en la esfera de los servicios de exportación, pero que también se propone el desarrollo de la base material de la soberanía y seguridad alimentaria, priorizando la agricultura y la agroindustria”. 3 de octubre de 2013.

jueves, 26 de septiembre de 2013

El Pacífico y el V centenario del Mar del Sur

España está realizando un congreso internacional sobre el El Pacífico, 1513-2013: De la Mar del Sur a la construcción de un nuevo escenario oceánico, producto del trabajo de tres instituciones americanistas de Sevilla. Por un lado, la Universidad de Sevilla. Por el otro, la Escuela de Estudios Hispano-Americanos y, por último, el Archivo General de Indias. El Congreso se enmarca en la fecha en que el conquistador español, Vasco Núñez de Balboa, el 25 de septiembre de 1513, hace 500 años, atravesó el istmo del Darién y avistó el océano Pacífico. Es una fecha que sin duda deben recordar los españoles por el significado que tuvo en el proceso mediante el cual sus gobernantes construyeron el primer imperio con características verdaderamente globales. Sometieron a todos los pueblos del continente americano en menos de 50 años, extendieron sus rutas comerciales por Asia y dominaron a Europa sobre la base de su riqueza y poderío militar. En los siglos siguientes, otros imperios aparecieron y desplazaron a la vieja España decadente. La conquista española de América fue una de las experiencias más violentas conocidas en la historia. Quizás sólo comparable a eventos anteriores como las conquistas de Alejandro, César y Gengis Khan. Las aventuras españolas, sin embargo, palidecen al lado de la barbarie desatada por la expansión imperialista de Gran Bretaña en el siglo XIX, EEUU en el siglo XX o Alemania sobre los pueblos eslavos de la parte oriental de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos pueblos celebran sus conquistas y descansan sobre sus laureles. En esta fiesta académica de España, empero, hay una diferencia. En Sevilla no están recordando a Balboa, ni la conquista genocida de un continente. Al contrario, los españoles han puesto su mirada sobre el océano Pacífico. ¿Qué ofrecerá el Pacífico que tanto interés ha despertado en Sevilla? La respuesta es obvia: el futuro, en esa enorme cuenca oceánica descansa el potencial del siglo XXI. En Panamá, los gobernantes y muchos otros sectores han hecho exactamente lo contrario. Con motivo de esta fecha que marca el V Centenario de la travesía de Balboa por los bosques del Darién, sus pensadores miran hacia el pasado en busca de algún rastro que pueda legitimar sus políticas de despojo en pleno siglo XXI. En vez de mirar hacia el futuro, en busca de oportunidades para promover el desarrollo del país, se remontan al mito ya decadente de Balboa y sus aventuras en el Darién. Comencemos por afirmar que Balboa no era panameño, no tenía relación con Panamá y que la historia que lo vincula con el país fue una creación de los pensadores e ideólogos liberales/conservadores de principios del siglo XX. Es decir, 4 siglos después de su paso por estas tierras. El teatro de operaciones de Balboa tenía como base Acla y Santa María la Antigua, territorios que hoy son parte de la República de Colombia. Cuando cruzó el istmo en 1513 todavía no se había fundada la ciudad de Panamá, que le daría el nombre a la República fundada en 1903. La ciudad fue fundada en 1519 por Pedrarias Dávila, quien había enjuiciado y decapitado a Balboa el año anterior. Cuando se fundó la República en 1903 se buscó un “héroe nacional” y se seleccionó a Balboa por considerar que su figura representaba abnegación y sufrimiento. Una especie de mártir. Menos de dos décadas después, el gran educador Octavio Méndez Pereira escribió una novela con Balboa de personaje principal. La novela, que presenta a un Balboa ‘hollywoodense”, se incorporó a la historia oficial de Panamá. Por eso el gobierno panameño enfoca su atención en este V Centenario en la proeza – sanguinaria por cierto – de Balboa. Para la clase gobernante – partidos oficialistas y de oposición – no hay pasado y menos hay futuro. Hay un presente que fija su atención en como saquear el país de todas sus riquezas. A diferencia de España, celebramos las ficciones de aquel Balboa ‘bondadoso’ y ‘donjuanesco’ que nunca existió. El Ministerio de Educación, que desconoce la historia verdadera de Balboa (y del país, en general), ha propuesto una ley para convertir la estatua de Balboa en la ciudad de Panamá en Monumento Histórico Nacional. La estatua que los gobernantes panameños le pidieron al rey de España en 1913 fue inaugurada en 1924. Contrasta la actitud del gobierno actual, que promueve esta legislación, con la destrucción del centro histórico de la ciudad de Panamá que será excluida por la UNESCO de la lista de Patrimonios Históricos de la Humanidad. Igualmente, contrasta con la política de acabar con los parques nacionales en ambas costas del país. Tenemos que mirar hacia el futuro y definir la estrategia que necesitamos para alcanzar las metas del país. La Universidad de Panamá organizó en agosto del presente año un encuentro sobre El Mar del Sur 500 años después: Una visión interdisciplinaria, para recordar el V Centenario pero olvidándose del océano Pacífico. En aquella oportunidad, señalamos que tenemos que “prepararnos para los próximos 500 años y la conquista del Pacífico, su potencial, enorme energía y la promoción de alianzas de amistad con los pueblos de la gran cuenca”. 26 de septiembre de 2013.

viernes, 20 de septiembre de 2013

¿Se desacelera la economía panameña?

Los medios de comunicación han comenzado a publicar notas sobre la desaceleración de la economía del país que preocupa a los sectores financieros que operan en Panamá. Algunos le pasan la factura al gobierno del presidente Ricardo Martinelli y la corrupción. Hay quienes plantean que el estancamiento/recesión de EEUU (2008-2013) ha comenzado a sentirse en Panamá. Incluso, en algunos círculos dicen que la culpa de la desaceleración la tiene el colapso de Europa y el euro. Recientemente, ha surgido la tesis de que los cambios que experimenta China afectan negativamente a Panamá. Todos estos factores influyen sobre el crecimiento de la economía panameña. Sin embargo, no apuntan al problema de fondo: La estructura social panameña, el modelo económico que impulsan los sectores dominantes y las políticas públicas que promueven los gobiernos. Lo preocupante es que casi todos los análisis parten de supuestos superficiales y externos, sin mayor fundamentación. Panamá tiene una estructura social asimétrica, donde la gran mayoría no participa en el mercado de consumo y se vincula de manera informal al empleo. Es decir, tenemos una estructura social que concentra la actividad ‘productiva’ de la población en un sector muy pequeño, aproximadamente el 20 por ciento. El otro 80 por ciento está, en gran parte, excluido del mercado y no contribuye al crecimiento. Esta realidad da cuenta de la pobreza en que se encuentran los panameños (el 40 por ciento según el Banco Mundial). Más aún, apunta a la desigualdad social y económica. El modelo económico vigente en Panamá sólo agudiza las contradicciones de la estructura social. Por un lado, tiende a privilegiar a los sectores propietarios con subvenciones, privilegios impositivos y derechos al despojo de los bienes públicos. En cambio, a los sectores trabajadores le cae el peso de los impuestos (ITBMS) y no recibe privilegios. En la actualidad, los tres sectores de mayor crecimiento del país, como son la banca, el sistema portuario y la Zona Libre de Colón, no pagan impuestos. Además, las mil personas jurídicas o naturales que concentran la riqueza del país apenas pagan impuestos. El sector comercial se mantiene gracias a la manipulación del mercado y una legislación favorable. En cambio, los sectores productivos como la agro-industria y la manufactura se estancaron en la década de 1990, retrocedieron en la década pasada y, actualmente, la están destruyendo. Los últimos gobiernos panameños han impulsado políticas públicas relacionadas con la especulación inmobiliaria y un turismo, en parte, asociado con el crimen organizado. Estas actividades, junto con los ingresos provenientes del Canal de Panamá y el aparente lavado de dinero, generan los recursos que el actual gobierne utiliza para emprender las megas obras envueltas en múltiples escándalos de corrupción. Las altas tasas de crecimiento del PIB – cerca del 10 por ciento anual – en el último lustro son atribuidas a estas actividades. Según algunos medios “la actividad económica del país está experimentado una desaceleración en 2013”. Según cifras de la Contraloría, la economía redujo su ritmo en forma significativa. El informe sobre el producto interno bruto revela que en el primer trimestre de 2013 creció en un 7 por ciento. En el mismo período de 2012, el PIB creció a una tasa del 11. 4 por ciento. Los medios agregan que “la tendencia a crecer menos es causada por factores internacionales. La crisis que afecta a la Unión Europea, el lento crecimiento – 2 por ciento - que experimenta EEUU y la desaceleración por la que atraviesa China impactan las actividades relacionadas con el comercio exterior”. Según el economista Aristides Hernández, “los sectores que están marcando la desaceleración de la economía son la Zona Libre de Colón, que ha experimentado una caída del 12 por ciento, el movimiento de contenedores en el sistema portuario que cayó en un 15 por ciento y el tránsito a través del Canal de Panamá que se redujo un 9 por ciento”. La serie de números, sin embargo, no contribuye mucho a conocer las razones de una posible reducción del crecimiento económico panameño. Más aún, no explican porque Panamá, en la presente situación, no puede hacer algo para mitigar o modificar la tendencia que se comienza a sentir. En forma inmediata nos corresponde cambiar el modelo económico y buscar otro equipo político que se ponga a la cabeza del país. Los grandes excedentes que está absorbiendo la economía nacional tienen que reinvertirse en el desarrollo de los sectores productivos. En primer lugar los sectores manufactureros y agropecuarios. Los políticos neoliberales panameños – si se pueden calificar con este adjetivo - han apostado a la economía mundial y han abandonado lo fundamental: la economía nacional. Hay que poner a los panameños a trabajar y producir. De lo contrario, seremos víctimas del primer temblor que sacuda el actual arreglo internacional que depende de las importaciones agro-mineras de China y de las exportaciones de ese país, principalmente a EEUU. El Canal de Panamá seguirá pasando barcos, habrán puertos e, incluso, una zona franca. Pero si Panamá no cuenta con una población trabajadora estable y productiva con la primera sacudida se hundirá el país. 5 de septiembre de 2013

Siria y la hegemonía global de EEUU

Entender cuáles son los intereses de EEUU en Siria en la presente coyuntura, es fundamental para situar en su lugar las relaciones entre América latina y, en particular, Panamá con EEUU. La retórica que el gobierno del presidente Barack Obama utiliza para ‘ablandar’ las defensas de Siria en el escenario internacional es la misma que EEUU utiliza en sus relaciones con la región. En Guatemala liquidó al gobierno democrático del presidente Arbenz en 1954. Una década más tarde invadió a República Dominicana para derrocar al presidente democrático Juan Bosch. Pasaron diez años y nuevamente en 1973 intervino en Chile para bañar en sangre el experimento del gobierno democrático del presidente Allende. En la década de 1980 convirtió a Centro América en un campo de batalla. En 1989 invadió militarmente a Panamá bombardeando a comunidades urbanas con efectos terroristas. En 1995 invadió a Haití y exilió al presidente democrático Aristide. En 2002 encabezó un intento fracasado para derrocar al presidente democrático Hugo Chávez. Todas estas experiencias tuvieron un sustrato común: la mentira. EEUU desde hace 70 años tiene el poder militar para imponerse ante cualquier adversario. Desde hace más de 10 años ha construido un castillo de mentiras en torno a la realidad de los pueblos árabes con el fin de satanizarlos. La invasión y destrucción de Afganistán (país no árabe) desatada en 2001 fue precedida por una campaña que transformó a los talibán (estudiantes del Corán) en terroristas. Poco después EEUU invadió a Iraq con el fin de ocupar sus campos petrolíferos. En 2011 invadió a Libia y asesinó a su líder Gadafi. En el caso de los países del Medio Oriente, la arremetida de EEUU se produce en el marco de una redefinición de la correlación de fuerzas a escala global. Washington es consciente de los problemas que representa el espacio dejado por la Unión Soviética, la emergencia de China y la declinación de Europa para su estrategia global. También tiene que enfrentar la consolidación de Irán, la permanente inestabilidad provocada por la política israelí en la región y el debilitamiento de los gobiernos más cercanos a EEUU como Arabia Saudita y Egipto. Hace 10 años se puso en marcha el proyecto del ‘siglo americano’ que consistía en convertir a EEUU en la potencia hegemónica única en el siglo XXI. Para hacer realidad este plan, contemplaba contener a China y subordinar la rica región petrolera del Medio Oriente. La nueva retórica sirvió para presentar ante el mundo a los pueblos ‘islámicos’ como los enemigos del siglo XXI. El objetivo militar es desestabilizar a los países de la región árabe y reconstruirlos de acuerdo con su propia visión del mundo. Este cambio del tablero geopolítico le permitiría arrinconar a China que ya se ha convertido en país dependiente de las importaciones de energéticos (petróleo). Sobre la base de campañas basadas en mentiras, pero repetidas una y otra vez, EEUU logró introducir en la mente de las mayorías de los pueblos la duda sobre las intenciones de la Casa Blanca. En el caso de Siria, los voceros de Washington plantean que es inevitable el bombardeo y destrucción de Siria (igual que Afganistán, Iraq y Libia) para castigar al gobierno sirio por el uso de armas químicas. Según el presiente Al-Assad, “hemos retado a los acusadores a presentar siquiera un ápice de prueba legitimadora, algo que no han sido capaces de hacer… Los hemos retado a mostrar pruebas no ante nosotros, sino ante su propia opinión pública”. Rusia logró, aparentemente, un triunfo diplomático a última hora posponiendo un ataque militar de EEUU programado para esta semana. Ceder en estos momentos, sin embargo, significaría para EEUU retrasar su objetivo principal que es construir un Medio Oriente que pueda ser una aliada incondicional en su lucha contra Irán y, después, contra China. Más aún, los asesores más agresivos (‘los halcones’) de Obama son conscientes que la ventana de oportunidad puede estarse cerrando para que EEUU logre su objetivo propuesto en el proyecto del ‘siglo americano’. Sin embargo, los sectores más moderados (‘palomas’) de EEUU insisten en que sus objetivos (no perder su hegemonía global) pueden alcanzarse sin invadir a Siria. Esta división que se asemeja a la producida durante el gobierno de Bush hace una década, se ha visto sacudida por la aparición de los llamados fundamentalistas de la extrema derecha (miembros del Tea Party) que se oponen a la política guerrerista de Obama. Este sector plantea que el Premio Nóbel de la Paz, Brack Obama, no tiene la capacidad para dirigir a EEUU en la guerra y debe abstenerse de comprometer a EEUU en aventuras bélicas en el Medio Oriente. Según Hans von Sponeck, ex subsecretario de la ONU, “EEUU no tiene pruebas reales de que el gobierno sirio haya utilizado armas químicas”. Incluso, agrega, si proporciona pruebas, “hay que ser escépticos recordando los muchos incidentes falsos o fabricados utilizados para justificar muchas guerras anteriores: el incidente del Golfo de Tonkín en Vietnam, la guerra del Golfo, la masacre de Racak (en Kosovo), las armas iraquíes de destrucción masiva y las amenazas de masacre en Bengazi, Libia”. 12 de septiembre de 2013.

jueves, 19 de septiembre de 2013

La corrupción no es cultura popular

La corrupción viene en muchas formas y tamaños. Lo que caracteriza a la corrupción, en general, es la forma en que los empresarios se apropian de los bienes públicos de manera fraudulenta. La corrupción no es parte de la cultura popular. Es el resultado de las condiciones estructurales que predominan en una sociedad. La corrupción se presenta especialmente en las luchas para llegar al poder político y/o para conservar el poder político. Los distintos grupos sociales pugnan por alcanzar el poder político y usan - entre sus herramientas - la corrupción. Hay casos en que la corrupción es legalizada (hay leyes que la protegen) y/o legitimada (los valores sociales prevalecientes lo aceptan). Politicamente, la corrupción en Panamá (y en el resto del mundo) es generalizada. Puede ser perseguida como delito, protegida por la ley y/o aceptada por los valores de la sociedad. En este sentido, hay quienes pretenden decir que la corrupción es parte de la cultura panameña. No hay algo más alejado de la realidad. ¿Qué se entiende por 'cultura'? La cultura es lo que heredamos de nuestros antepasados. Hay que incluir todas las influencias que recibieron de otras culturas. Como diría un filósofo, somos dueños de nuestro destino pero subordinados a la realidad (cultura) de la cual formamos parte. Gran parte de la historia de Panamá (colonial y republicana) se asocia a la cultura 'comercial' en la zona de tránsito (‘transitista’). Panamá ha experimentado otros momentos - breves - en que sectores o fracciones de clase productivas han logrado apoderarse de las instancias gubernamentales y orientado el país en otra dirección. (Se destacan los periodos del Estado Federal en el siglo XIX y el régimen militar del siglo XX). El siglo XXI quizás constituye el período de mayor mercantilización de nuestra política. La generación de riqueza ha sido reducida casi exclusivamente a la circulación de mercancías. No hay producción. Panamá tiene, por ejemplo, un PIB de 36 mil millones de dólares según cifras oficiales. Apenas, 4 mil millones, un poco más del 10 por ciento, es generado por el sector productivo. El resto de la riqueza es producto de la especulación, en forma de comercio y de las transacciones internacionales que utilizan a Panamá como plataforma. Los especuladores imponen una cultural consumista/mercantilista. En política el voto tiene un precio. En cultura la expresión artística tiene un precio. Todos los valores como la lealtad, la honradez y la amistad tienden a cotizarse en el merado. En la actualidad, la corrupción tiene un sabor a comercio. La duración de este estilo de acumulación sin sustento productivo es historicamente muy breve. Puede durar 10 años. El país no produce, la riqueza pasa de las manos de los pobres a la de los ricos a escala mundial. Panamá que se encuentra en la ‘zona de tránsito’ recoge las migajas de los excedentes que circulan por el mundo. A diferencia de los especuladores, los sectores productivos impulsan una cultura de trabajo y educación. La corrupción tiene un significado negativo y es condenada por la sociedad. No quiere decir que se erradica la corrupción. Es menos abierta pero igualmente orgánica. La corrupción que presenciamos en Panamá (o en cualquier otro país) es el resultado de las luchas entre los grupos y clases sociales que aspiran al poder. Hay una mala noticia y otra buena. La primera es que el problema de la corrupción no se puede resolver con leyes. Los corruptos meten más gente presa y aparecen muchos más para reemplazarlos. Como ocurre en la actualidad, la mayor parte de la población no cuenta con los recursos para defenderse. La buena noticia es que la corrupción puede resolverse mediante cambios claves o estratégicos en la estructura social. La educación es importante. Pero la educación tiene que concebirse para convertir a todos los jóvenes en trabajadores altamente calificados y productivos contribuyendo a crear nuevas riquezas en el país. En la actualidad, el gobierno panameño que maneja un presupuesto superior a los mil millones de dólares para la educación manifiesta, abiertamente y en sus documentos, que quiere crear un sistema para formar trabajadores improductivos. El objetivo de quienes controlan politicamente el país es tener mano de obra abundante y barata para apropiarse de riquezas (o despojar a quienes tienen riqueza). Este sistema de educación (que se basa en la noción de 'competencias') sólo favorece a los grupos que acumulan sobre la base de la captura de excedentes de la producción de otros países que utilizan el istmo (sobre el cual se construyó el Canal) para pasar sus mercancías de manera más expedita. La corrupción es un factor que frena y paraliza el desarrollo del país. Esta realidad panameña tiende a agudizarse desde la década de 1990 hasta el presente. Circula mucho dinero en manos de unos pocos. La gran mayoría de la población tiene 'empleos informales' - no produce riqueza social - recibe remuneraciones precarias, se le impide participar politicamente y sus organizaciones son destruidas. Se convierten en 'clientes políticos' de los grandes comerciantes y especuladores. El actual sistema político descarta al trabajador informal, lo excluye, lo margina. Eso se llama corrupción. 19 de septiembre de 2013.

jueves, 29 de agosto de 2013

Las fracturas políticas y el bloque histórico

Este artículo es una crítica al excelente trabajo del profesor de Filosofía de la Universidad de Panamá, Abdiel Rodríguez, publicado recientemente sobre las ‘fracturas polìticas’ en Panamá. Para hacer una crítica al mismo partiré de lo que Gramsci llamó el 'bloque histórico'. Primero a escala global. Segundo, el caso de Panamá. 1. El desarrollo del capitalismo - su crecimiento y expansión, que requiere la incorporación de nuevas masas de trabajadores - genera nuevas relaciones sociales. Estas están subordinadas a las leyes de la acumulación capitalista y a las luchas sociales. En la segunda mitad del siglo XX se generaron dos movimientos sociales globales que explican las contradicciones que sacudieron el sistema capitalista. Cuando terminó la segunda guerra mundial se produjo un realineamiento del capitalismo a escala global. La acumulación capitalista se organizó sobre nuevas bases – con EEUU en el centro, subordinando las antiguas potencias imperialistas - creando un mundo dividido en tres zonas geo-políticas: centro, periferia y semiperiferia. El centro construyó las llamadas sociedades de bienestar en Norte América, Europa y Japón, con la participación limitada de la clase obrera en la realización (consumo) de los excedentes. Este modelo - o 'bloque histórico' - prosperó entre 1945 y 1970. La crisis que experimentó la acumulación capitalista - disminución de la tasa de crecimiento capitalista - a partir de la década de 1970 sacudió el modelo y como consecuencia el bloque histórico. Las políticas de ajuste económico (conocidas como neoliberalismo: desregulación, privatización y flexibilización) no pudieron frenar la tendencia. Sin embargo, causó una fractura en el Estado de bienestar que continua profundizándose. Este proceso se hace evidente con el colapso de los mercados en 2008. Antes había colapsado el experimento socialista de la Unión Soviética y Europa central. Africa entró en un estado de caos y América latina parecía ir por un camino similar. El oriente asiático se encaminó por otra vía, hacia un nuevo centro de acumulación capitalista. El 'bloque histórico' que emergió de las cenizas de la segunda guerra mundial desapareció, llegó a su fin. Sin embargo, aún no aparecen las condiciones sociales para que surja un bloque nuevo que reemplace el viejo. Hay varias hipótesis sobre las cuales se debate. Por un lado, la tesis de Arrighi que sugiere que el centro de acumulación capitalista se desplaza(rá) hacia China. Como consecuencia surgirá un nuevo realineamiento a escala mundial. Por el otro, Samir Amín propone un mundo multipolar. Tanto las nociones de Quijano sobre la 'colonialidad' como de Marini sobre la desconexión se complementan con las ideas de Amín. Una cuarta es de quienes plantean que EEUU aún puede reorganizar su hegemonía y reconstruir el orden mundial bajo su liderazgo. 2. El impacto de estas fracturas del bloque histórico a escala global sobre Panamá fue y es muy importante. A partir de la segunda guerra mundial Panamá inició un proceso de industrialización mediante la sustitución de importaciones (modelo instaurando en América latina). Sectores importantes de la vieja clase capitalista rentista trasladó sus capitales a este nuevo sector bajo la guía política de EEUU. El bloque histórico formado por el pacto liberal-conservador de la primera mitad del siglo XX se quebró. Apareció un nuevo proyecto industrial que requería - para ser exitosa - la absorción del Canal de Panamá a la economía nacional así como de la creciente clase obrera a un pacto social inter-clasista. El nuevo bloque histórico basado en la industrialización no lograba materializarse siendo frustrado por las fracciones conservadoras. La Coalición Patriótica Nacional (CPN: 1952-1960) y el Partido Liberal Nacional (1960-1968) fracasaron. Las fuerzas sociales contenidas surgen en 1964 y el 'orden oligárquico' colapsa en 1968. El golpe militar de este último año evoluciona rapidamente hacia la constitución del nuevo 'bloque' mediante el pacto entre la incipiente burguesía industrial y la clase obrera, mediada por una fuerza pública (la Guardia Nacional comandada por Omar Torrijos). El bloque inter-clasista (populista) prosperó durante una década. La burguesía industrial sumó a importantes sectores de la clase obrera a su proyecto desarrollista y, formando un frente, negociaron con EEUU los tratados del Canal que hicieron realidad la absorción de los excedentes de la ruta de tránsito a la economía nacional. La crisis de acumulación capitalista global golpeó a la región latinoamericana en la década de 1980, que fue bautizada como la década 'perdida'. En EEUU el presidente Reagan le declaró la guerra a las organizaciones de los trabajadores y preparó el escenario para convertir ese país en el guardián en última instancia de la acumulación capitalista. En Panamá colapsó el crecimiento económico, escalaron los conflictos sociales y Torrijos murió en un misterioso accidente. La década terminó con la invasión militar de EEUU y la oficialización de las nuevas políticas 'neoliberales'. El bloque histórico concebido 50 años antes con el proyecto de industrialización llegó a su fin. La fracción conservadora rentista regresó al poder sobre la base de una alianza con los 'liberales / nacionalistas', derrotados en la invasión de 1989. El nuevo pacto no incluyó a la clase obrera ni a los otros sectores trabajadores (entre ellos agricultores). Este sector fue sometido a una política de ajuste económico severo desregulando el Estado, privatizando las empresas públicas y flexibilizando a la fuerza de trabajo. En 2012, por primera vez en la historia de Panamá, cayó en forma absoluta el número de obreros industriales: de 110 mil en 2011 a 108 mil en 2012. El nuevo bloque histórico formado en torno a una alianza entre rentistas conservadores y 'liberales' descansa sobre la incorporación del Canal de Panamá a la economía nacional. Sin embargo, no para impulsar la acumulación capitalista sobre la base de la explotación de una creciente fuerza de trabajo industrial. El nuevo modelo de crecimiento introducido a fines del siglo XX, en cambio, se basa en la captura de excedentes de la ruta de tránsito. Además, sobre el despojo de trabajadores, agricultores e, incluso, pueblos indígenas. Es un bloque muy débil - y puede fracturarse en cualquier momento - por dos razones. En primer lugar, no cuenta con un apoyo de los sectores sociales mayoritarios del país. Por el otro, el Canal de Panamá, la carta principal en su proyecto, depende del crecimiento de la economía internacional. El colapso de los mercados del centro en 2008 y la recesión que se ha apoderado del centro del capitalismo no presenta un buen augurio. Sin embargo, el crecimiento de China, la incorporación de cada vez más trabajadores a la clase obrera y las demandas de materias primas de ese país oriental han logrado evitar que la región - incluyendo a Panamá - caiga en una recesión. El crecimiento económico del último lustro en Panamá ha logrado mantener el grado de estabilidad política que le permite a la alianza rentista - 'liberal' celebrar torneos electorales y colocarse en índices de democracia. Un primer indicio de una 'fractura política' en el bloque histórico – al cual apunta Rodríguez - podría ser la falta de ‘gobernanza’ (autoritarismo) y/o el fin de la alternabilidad en el poder. 29 de agosto de 2013.