jueves, 22 de agosto de 2013

¿Qué leemos los panameños?

La modernidad está atravesada por la cultura de la lectura. El progreso, un atributo asignado a la modernidad, no se puede entender sin la masificación de la lectura en forma de libros, revistas, folletos, periódicos o simples hojas sueltas. Los progresistas dicen que un pueblo que no lee no avanza, no puede alcanzar sus objetivos de bienestar y felicidad. Panamá fue presa de esta ideología progresista con la introducción de las ideas liberales – que eran consideradas radicales - a mediados del siglo XIX. Durante el Estado federal (1860-1885) se ‘sembraron’ escuelas en todos los centros urbanos. Antes que acueductos, centros de salud e, incluso, iglesias. En el siglo XX, los liberales convirtieron las escuelas en sus templos: el Instituto Nacional, el Instituto de Artes y Oficios y, también, la Universidad de Panamá. Cuando los liberales se convirtieron en conservadores durante la segunda mitad del siglo XX, le correspondió a los desarrollistas, socialistas y otros a levantar las banderas del progreso. Se liberó una batalla entre valores anquilosados e ideas que buscaban solucionar las grandes cuestiones sociales de aquella época. Sin duda, se avanzó en forma significativa. Se erradicó el analfabetismo, hay escuelas en todos los pueblos y los textos están al alcance de los estudiantes. Las fuerzas conservadoras, sin embargo, obstaculizaron el camino hacia el progreso. Prueba de ello, las dificultades que aún tienen los jóvenes de llegar a sus colegios, la elevada tasa de deserción, los bajos salarios de los educadores y la persecución de las ideas aún vigente. Lo peor, quizás, es la negación de estos problemas y la falta de políticas para solucionarlos. Una muestra de la cultura panameña y su amor por la lectura es la Feria del Libro que se inauguró anoche y que continuará en el Centro de Convenciones ATLAPA hasta el domingo, 25 de agosto. Allí se puede contestar la pregunta: ¿Qué leemos los panameños? ¡Somos lo que leemos! Para el público, en general, la mayoría de los textos tienen usos muy prácticos. ¿Te quieres superar? ¿Quieres aprender a cocinar? ¿Quieres buscar un ser superior? Pero también están aquellos libros especiales que buscan los jóvenes. Están los textos que les permite descubrir el mundo en que viven. Incluso, en la Feria del Libro encontrarán los libros que les permitirá penetrar en ese maravilloso mundo que tiene cada joven en su interior. Las primeras aventuras de la vida las descubrirá en los libros que lo llevan a paisajes inimaginados, a países lejanos, a descubrir los corazones de otros jóvenes, a explorar la inteligencia de otros pueblos. Lo más maravilloso del libro es que es contagioso. El joven que lee su primer libro, enseguida quiere ser escritor. El Quixote, el coronel Buendía, Jean Valjean o doña Bárbara son sus personajes que le permiten comenzar a entender el mundo en que está ingresando. Estas y otras figuras que crecen con las lecturas y los debates, incendian su imaginación y comienza a entender que el mundo es suyo y que lo puede hacer mejor. Los que asistan a la Feria del Libro deténganse un momento y observen la cara de alegría de los adolescentes que recorren apurados los pasillos de esta fiesta cultural. Los stand de las editoras e instituciones ocupan la planta baja de ATLAPA. En el primer alto están los salones donde se presentan nuevos libros o se organizan mesas redondas en las que se debaten nuevas tendencias o avances importantes en el mundo de las publicaciones. Este año el Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) “Justo Arosemena” presenta dos mesas redondas en la Feria del Libro. En primer lugar, presentará los libros que se han escrito sobre la gesta del 9 de enero de 1964. El próximo año se conmemorará el cincuentenario de la insurrección popular que fue el principio del fin de la ocupación militar norteamericana de Panamá. Las plumas más apasionadas - Diana Morán, Pedro Rivera, Elsie Alvarado de Ricord y tantas otras - se inspiraron en el ejemplo de esa juventud rebelde y heroica. Igualmente, historiadores, artistas y ensayistas le dedicaron páginas esclarecedoras al significado de las acciones de un pueblo insurrecto durante esas jornadas del 9 de enero. En ATLAPA participarán el sábado, 24 de agosto, a las 12 del mediodía Juan Jované, Pedro Prados, Celestino Araúz y otros comentaristas. El domingo, 25 de agosto, también a las 12m, se presentará una mesa redonda de intelectuales asociados a la revista Tareas, que ha publicado 145 números sin interrupción desde que se fundara. Harán uso de la palabra Briseida Allard, Enoch Adames y Anayansi Turner quienes abrirán un debate sobre las tareas de los intelectuales en el siglo XXI. La revista y sus contribuyentes han participado en todos los debates nacionales desde la lucha por la soberanía, los tratados del Canal, la invasión militar norteamericana y las políticas ‘neoliberales’. Las palabras de Ricaurte Soler, fundador de la revista, pronunciadas en 1960 siguen vigentes en 2013 para que todo intelectual panameño las analice: “Nuestra realidad exige transformaciones radicales, nuestra cultura revisiones sustantivas... Ofrecemos la revista a un público panameño, culto y responsable, que siente, como nosotros, la necesidad de acometer tareas”. 22 de agosto de 2013.

1 comentario:

  1. Este artículo me parece muy interesante. En efecto, somos el producto de lo que leemos, somos producto de lo que comemos; pero es necesario una sociedad que lea con pensamiento crítico, una juventud que no se introduzca en los meandros de la magia, sino que se quede dentro los linderos de la realidad

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